Fundación Alares y Alares abogan por mayor formación del personal técnico en el deporte para personas con discapacidad
Según el último Libro blanco del deporte de personas con discapacidad en España, la cifra de personas con algún tipo de discapacidad que se inscribieron a un centro deportivo en 2021 subió un 133,4%. Este dato, pone de manifiesto la realidad de integración del colectivo en los espacios de entrenamiento. ¿Cuáles son sus principales necesidades? ¿Y las principales deficiencias que se encuentran las personas con discapacidad cuando acuden a un centro deportivo?
Urban Sports Club, la red deportiva y de bienestar de referencia en Europa con más de 10.000 centros deportivos asociados en España, Alares, empresa especializada en el cuidado de personas, y la Fundación Alares, organización sin ánimo de lucro que trabaja para el desarrollo de proyectos de mejora social en nuestro país que requieren de actuación por su extraordinaria incidencia actual y futura de nuestra vida colectiva, destacan cuáles son las necesidades actuales y de qué manera son cada vez más las personas con discapacidad que pueden disfrutar del deporte en su ciudad. Si hemos de destacar una de las principales medidas a tener en cuenta: “Normalmente, las necesidades y deficiencias suelen ser el acceso a los espacios”, apunta Hugo Seriñan, director del Gimnasio Gymage.
Más allá de estas necesidades básicas de accesibilidad (accesos e itinerarios, etc) que garanticen el total uso y disfrute de las instalaciones por parte de las personas con discapacidad, desde Alares y Fundación Alares ponen de manifiesto la importancia de las actividades de promoción y fomento de la práctica de actividades físico-deportivas. “Creemos firmemente en la formación de competencias y habilidades sociales por parte de los profesionales de los espacios deportivos para, de esta manera, gestionar la diversidad y fomentar la inclusión de las personas con discapacidad en todas las actividades”, apunta Beatriz Coleto, Coordinadora del Centro Especial de Empleo de Alares.
Menos barreras físicas, más personal cualificado
A pesar del esfuerzo constante por la introducción de medidas para la adaptación de los espacios, los centros deportivos tienen claras las deficiencias más habituales de las personas con discapacidad a la hora de acudir a las instalaciones. “El principal problema pueden ser las zonas de acceso, con pequeños escalones, vestuarios sin adaptar o máquinas de trabajo de difícil acceso”, apuntan desde Distrito Estudio.
Desde Batard, reconocen que las principales barreras para implantar medidas desde el sector puede ser la falta de personal y la automatización de los procesos internos y servicios puede hacer “casi imposible la adaptación real del entreno a la situación personal ”de cada persona con algún grado de discapacidad. Ante esta situación, algunos centros cuentan ya con entrenadores cualificados. “De esta manera, podemos adaptar el entrenamiento de manera personalizada”, explica Seriñán, de Gymage.
Igualdad hacia la integración
A la hora de realizar las diferentes actividades deportivas, el consenso es la respuesta común. “En el deporte no existen unos más adecuados que otros para las personas con discapacidad, depende de los gustos y preferencias de cada persona, y la adaptación del deporte elegido”, expone Mar Aguilera, Directora General de Fundación Alares.
“En nuestros centros todas las clases son iguales, pero adaptadas al nivel y características personales. Al trabajar con peso libre como barras, mancuernas, kettelbells o ergómetros de fácil acceso y regulación, es muy sencilla la adaptación personal”, explican desde Distrito Estudio.
En esta misma filosofía de integración real apuntan también desde Batard. “No disponemos de clases especiales, ya que justamente nuestra filosofía es que cualquier persona pueda entrenar sin sentirse aislado. Sí que adaptamos los ejercicios tanto al nivel muscular, nivel de conocimiento o estado físico de cada persona y ponemos especial control nuestro equipo sobre aquellos más vulnerables”.